La Verdadera Riqueza: Un Viaje de Descubrimiento

"Somos lo que comemos y cómo lo comemos". Rosario lastra

La Verdadera Riqueza: Un Viaje de Descubrimiento

2024-02-26 Apreciación de la naturaleza Familia y valores Lecciones de humildad Riqueza espiritual 0

Descubre "La Verdadera Riqueza: Un Viaje de Descubrimiento", una conmovedora historia de un padre y su hijo explorando la esencia de la vida más allá de la riqueza material. A través de su experiencia con una familia campesina, aprenden lecciones invaluables sobre la conexión con la naturaleza, la simplicidad y el verdadero significado de la riqueza. Esta narrativa te invita a reflexionar sobre lo que realmente valoramos y cómo definimos la prosperidad en nuestras vidas.

Un padre económicamente acomodado, deseando que su hijo comprendiera lo que significa ser pobre, lo llevó a pasar un par de días en el monte con una familia campesina. Transcurrieron tres días y dos noches en su humilde hogar rural.

Durante el viaje de regreso a la ciudad en el automóvil, el padre preguntó a su hijo:

  • ¿Qué te pareció la experiencia?
  • Buena, respondió el hijo, mirando hacia el horizonte.
  • Y… ¿Qué aprendiste? – insistió el padre.

El hijo reflexionó un momento y dijo:

  1. Nosotros tenemos un perro, mientras que ellos tienen cuatro, llenos de vida y libertad.
  2. Tenemos una piscina con agua estancada que apenas ocupa una fracción de nuestro jardín… Ellos disfrutan de un río de agua cristalina, rebosante de vida, con peces y maravillas naturales.
  3. Importamos linternas del Oriente para iluminar nuestro jardín… Ellos se bañan bajo la luz de las estrellas y la luna.
  4. Nuestro patio termina en la cerca… El suyo se extiende hasta el horizonte.
  5. Compramos nuestra comida; ellos siembran, cosechan y disfrutan de los frutos de su trabajo.
  6. Escuchamos CD’s… Ellos se deleitan con una sinfonía perpetua de pájaros, ranas y otros seres vivos que componen su música.
  7. Cocinamos en una estufa eléctrica… Todo lo que comen está sazonado con el glorioso sabor del fogón de leña.
  8. Vivimos rodeados por muros y alarmas para protegernos… Ellos viven con las puertas abiertas, amparados por la solidaridad y amistad de sus vecinos.
  9. Estamos constantemente conectados al celular, la computadora, el televisor… Ellos están conectados con la vida, el cielo, el sol, el agua, el verde del monte, los animales, sus cultivos y, sobre todo, con su familia y Dios.

El padre se sintió profundamente conmovido por la sabiduría de su hijo, quien concluyó:

  • ¡Gracias, papá, por mostrarme cuán pobres somos!

Cada día nos empobrecemos más en espíritu y en nuestra apreciación por la naturaleza. Nos obsesionamos con tener más y más, en lugar de valorar el ser.